Lorenzo Aillapán, el hombre pájaro (Üñümche)

Hoy se conmemora el día del Patrimonio Cultural, una importante fecha para nuestro país y Escenario Cultural continuará presentando a los exponentes del patrimonio inmaterial chileno. En esta ocasión es el turno de Lorenzo Aillapán Cayuleo −el hombre pájaro o Üñümche− que el año 2012 fue reconocido como Tesoro Humano Vivo de la región de la Araucanía.

Este poeta de 76 años se dedica a cultivar y perfeccionar el mensaje de la naturaleza en una interpretación artística única: el sonido natural de los pájaros. A través de la onomatopeya reproduce en palabras y expresiones sonoras la imitación de los seres vivos que rodean su entorno.

Para la cultura mapuche el conocimiento e interpretación del canto de las aves es parte de un proceso ancestral de comunicación que se establece entre el hombre y la naturaleza, y dentro de esta cosmovisión, los mapuches descifran el sonido y el silencio del entorno como un acto cotidiano de interconexión entre su cultura, la naturaleza y el universo.

Aillapán explica: “Para los que somos mapuches, comunicarse con los pájaros e interpretar su canto es parte de un acto de comunión entre el hombre y la naturaleza, de relación única y plena de los seres y las cosas. El sonido y el silencio alcanza una significación singular, por eso el canto wünül=onomatopeya y el hecho de reproducirlo, adquiere frente a la comunidad un lugar destacado, su entorno natural, la vida cotidiana, pena, alegría, amor al comienzo de la pareja humana y luego sus proles”.

Para Lorenzo Aillapán, ser poeta mapuche (coyautufe) significa que además de poseer el dominio de la palabra debe ejecutar cada uno de los instrumentos musicales, saber las danzas y representar a su comunidad ante las otras comunidades. Él explica cómo se a través de un sueño, supo que su destino era convertirse en Üñümche: “Una vez, como a los 9 u 11 años, tuve un sueño: un pájaro, el pilpilén, que tiene las mandíbulas muy largas, como una jeringa del hospital, me sacaba sangre de un dedo y el pájaro se iba y yo quedaba como consagrado. Me convertía en Üñümche. Después el sueño aumentaba. Me llevaban a un cerro bien alto, donde había un círculo de personas que decían: “Éste es el elegido, se convertirá en hombre pájaro, entregará su canto, su viaje”. Y después todo el mundo me miraba y yo sentía como un desmayo. Y después despertaba en un gran estadio, con aplausos de personas […] Entonces le conté mi sueño a un maestro de mi comunidad, Manuel Imío. Él me dijo: “Tú estás consagrado. Cuando crezcas no debes ser ni católico ni evangélico. Te va a ir bien, vas a viajar, te van a reconocer. Pero ojo: tienes que llevar ese mensaje. Donde vayas tienes que decir que los pájaros existen, que son hermosos, que cantan así”. Me explicó reiteradas veces que si yo no hacía eso me iba a enfermar o accidentar (Azkintuwe, 2005).”

Actualmente es considerado como uno de los más destacados exponentes de la cultura mapuche en Chile. El año 1994 fue ganador del primer premio de Literatura en Lengua Indígena otorgado por la Casa de las Américas de la Habana.

El anhelo del hombre-pájaro es redescubrir sus tradiciones y dar a conocer su cultura. En el prólogo de su libro Üñümche Hombre Pájaro, señala: “Y de un modo especial quiero señalar-traspasar-enseñar-orientar-capacitar a educadores y educandos en diferentes establecimientos educacionales, usando como herramienta mi libro de variados y diversos pájaros en poemario mapudungun-español, con onomatopeyas e ilustraciones de las aves. En forma sencilla con amor y dedicación llegar también al mundo de las tierras, intelectuales, poetas y otros. Quiero llegar muy especialmente a los estudiantes, a los niños, a las niñas de diferentes edades del medio urbano-rural, de las Enseñanzas Intercultural Bilingüe Mapudungun/Castellano, español u otros idiomas del Orbe. Pueden recibir de esta manera mi milenaria cultura como herencia del saber humano que no ocupa lugar, pero sí que invita a saber y entender más acerca de la naturaleza, la cosmovisión, el maravilloso y entretenido mundo de las aves en su escenario natural y su concierto onomatopéyico acuático (2003).”

En el poema “Tachi Triftrifken” (El pájaro reloj), Aillapán muestra su intención por dar a conocer la cosmovisión mapuche.

Pájaro milenario que comienza dando la hora
Desde la aurora, por la mañana, a mediodía y al atardecer
Se trabaja a la luz del día y este se divide en cuatro partes
La aurora, la mañana, a mediodía y al atardecer
Símbolo de vida, de trabajo, resultado y producción
La familia, la siembra, la cosecha y los animales.

La naturaleza, la cosmovisión, el universo y el descanso
Gran cordillera, llanuras, ríos, lagos, volcanes y mares
Gran espíritu, el principal, nuestros cuatro Guardianes
Que cuidan el mundo mapuche como “Universo Terrenal”
Que es la comarca sencilla de cuatro vientos
Que es el Norte, Sur, Este y Oeste de los confines.

Me llamo Witranalwe, el tesoro/ Anchümalleñ, calor femenino
Soy Dumpall, poder del mar/ Püllüam, fuerza espiritual mapuche
Cuatro Guardianes de la Tierra escogida
Ven la hora con el pájaro Reloj de cuerda Tiftifken
Reloj de cuerda que indica la pareja humana
Siempre en acción y armonía con la naturaleza.

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Fuente:

Aillapán, Lorenzo. 2003. Üñümche Hombre Pájaro. Santiago: Pehuén.

“Üñümche de Lorenzo Aillapán: la escritura de un coyautufe” por Isaac Sanzana Inzunza.