Escenario Cultural visitó el pueblo de Huayculi, cerca de Tarata, Bolivia; en la búsqueda de la artesanía en cerámica propia de este lugar. La señalización de donde se encuentra este pueblo artesanal y turístico no es muy reconocible. El camino hacia allá está empedrado de forma minuciosa, lo que contrasta con la belleza del paisaje, con chacras insertas en una pampa verde y frondosa. Después de dar unas vueltas sin suerte, nos encontramos con Héctor Hinojosa, artesano en turu (cerámica en quechua), quien nos confirmó que nos encontrábamos en Huayculi.
Le pedimos que nos explicara la forma cómo realiza la particular artesanía de este sector. Nos dijo que lo acompañáramos y fuimos hasta su casa construida de adobe. Nos mostró el taller donde torneaba la greda y también sobre el proceso de recolección de materiales, que el mismo recoge de los cerros aledaños. Es un oficio que lleva realizando casi 15 años y que aprendió muy pequeño con su padre. En el torno nos indicó rápidamente la manera de fabricar algunos utensilios más reconocidos y vendidos en el comercio. Por mi parte, intenté vanamente de hacer una vasija, y percibí la dificultad para realizar esta preciada labor.
Héctor confecciona las figuras y su esposa Antonia e hija Alejandra le cooperan con las terminaciones (orejetas en tazas o patas de chancho) y además con los diseños y posterior pintura y/o decorado. Héctor nos explica que para la venta del turu viaja junto a su familia a diferentes ferias del país y sino se las entrega a revendedores que van directamente a su casa a comprar y que luego revenden a un mayor valor. Lo que más demora en este proceso es el secado, que en el caso de Héctor lo realiza a la luz natural del sol. Posteriormente la cerámica es llevada al horno para así dejarla compacta. Esta artesanía se encuentra presente en dos localidades más de Bolivia. Escenario Cultual con esta documentación y registro le entrega valor a una manifestación patrimonial que se transmite de generación en generación.